El historiador Ricardo García Cárcel, en la presentación de cada libro de la colección Los olvidados de la Historia, nos cuenta que la Historia la escriben los que vencen, aquí en España y en todas partes. Los perdedores han sido condenados al silencio o colocados en la letra pequeña e ilegible de la Historia. La memoria es parcial y siempre está al servicio de los que la administran. En nuestro país hay una larga, por no decir larguísima lista de olvidados, y por motivos distintos. Los hay en razón de su fe religiosa, como los judíos, los judeoconversos, los moriscos o los protestantes y alumbrados. Todo estos fueron perseguidos no sólo por su religión sino, también, por sus distintas costumbres y formas de vida. La identidad sexual ha sido otra causa de persecución, especialmente los homosexuales. Nuestro país se ha caracterizado por la persecución con saña de los pensadores, creadores y científicos con ideas que condenaba el poder religioso y el poder político, como los erasmistas, o los ilustrados en la época moderna, para luego multiplicarse la persecución política en la edad contemporánea: afrancesados, liberales, carlistas, republicanos, socialistas, anarquistas, comunistas, nacionalistas no españolistas, masones, etc. Por fin, hay un sinfín de perseguidos y marginados por formas de vida al margen: gitanos, pobres "vagos y maleantes", etc..
Como ya decíamos en el primer artículo, de todo esto va este blog, tarea ardua por lo extenso del tema, pero necesaria.
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