jueves, 22 de septiembre de 2011

La impunidad del abuso de baja intensidad

"Bofetadas, azotes, patadas. Algún toqueteo que otro. Hubo en España -y en otros países de Europa- un tiempo en el que ese tipo de agresiones a los escolares eran el pan de cada día. La letra con sangre entra, se decía. El padre Florencio, al que le gustaba dar pellizcos y capones a los niños más pequeños de la clase, no es un personaje de película. Tampoco el hermano Julián, que se metía en la cama de los seminaristas más jóvenes. Mucho se ha escrito y filmado sobre la atmósfera que se respiraba en las escuelas de la época franquista, pero las imágenes del padre Florencio y el hermano Julián son muy reales. Situaciones similares a las que están saliendo a la luz ahora en países como Bélgica, Irlanda, Austria o Alemania, donde no cesa el goteo de testimonios de adultos ya curtidos que han decidido hablar de lo que vivieron de niños."
Para seguir leyendo el artículo de María R. Sahuquillo:
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/impunidad/abuso/baja/intensidad/elpepusoc/20100715elpepisoc

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