Carlos Baraibar nació en Vitoria en el año 1895. Fue un destacado periodista, trabajando en la redacción del diario “El Sol”. En 1928 ingresó como socio en la Asociación de la Prensa de Madrid. El 26 de marzo de 1931 dimitió de su puesto de redactor-jefe de “El Sol” y, tras la proclamación de la República, pasó a colaborar en “Luz”. Baraibar comenzó su andadura política cerca del nacionalismo vasco pero terminó por decantarse por el socialismo muy cerca de Francisco Largo Caballero. En octubre de 1931 ingresó en la Agrupación Socialista de Madrid. En abril de 1933, Largo Caballero le nombró Director General de Trabajo. Baraibar colaboró en la creación del semanario “Claridad”, órgano de difusión del sector caballerista del PSOE, en julio de 1935, siendo su gerente y director técnico. Consiguió que pasara a ser una publicación diaria en abril de 1936. Baraibar participó en las polémicas de este sector con Indalecio Prieto y los prietistas.
Al estallar la guerra fue encargado de organizar una sublevación de las cabilas marroquíes en el Protectorado, pero no tuvo éxito. Desde febrero a mayo de 1937 ocupó el cargo de subsecretario del Ministerio de la Guerra con Francisco Largo Caballero, después de que los comunistas consiguieran el cese en esta responsabilidad del general Asensio. Cuando Negrín accedió a la jefatura del gobierno, Baraibar fue cesado, a su vez. El descalabro de los caballeristas también afectó al diario “Claridad”. El periódico era propiedad de Baraibar y de Luis Araquistáin y, y después de un pleito, pasaría a ser un órgano de la UGT.
Estando el gobierno en Valencia colaboró con periódicos socialistas y anarquistas de la ciudad. En Barcelona publicó, junto con Diego Abad de Santillán, la revista “Timón”, publicación de la que salieron seis números entre julio y diciembre de 1938.
Al terminar la contienda se exilió en Chile, donde llegó en octubre de 1939, colaborando en varias publicaciones. En Chile llegó a presidir la organización del partido en Santiago de Chile hasta 1941, año en el que abandonó el PSOE. Ángel Viñas cita documentos del Ministerio de Asuntos Exteriores en los que, al parecer, Baraibar se ofreció al embajador español para espiar a los exiliados en Chile.
Baraibar viajó por el mundo impartiendo conferencias sobre política internacional, y en febrero de 1954 fue delegado en Chile del Congreso por la Libertad de la Cultura. Regresó de visita a España en el año 1971 y se le propuso que colaborase en el diario “Informaciones”, pero regresó a América. Baraibar murió el 1 de julio de 1972 en Santiago de Chile.
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