Florinda Subirana i Anglada era natural de Fonollosa, aunque residía en Manresa en la calle Fonollar. Allí murió degollada por un soldado marroquí de las tropas franquistas que ocuparon la ciudad catalana. Se dió la circunstancia que su marido, Josep Bover i Güell, era director de la fábrica de Can Boada, partidario de los sublevados, y que resultó herido cuando intentaba defender a su esposa. Los dos hijos de la familia se salvaron saltando por el balcón del domicilio.
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