En los próximos artículos nos acercaremos a la historia del feminismo español con el mismo afán divulgador pero con rigor. Abordar esta cuestión se encuentra, por lo demás, dentro de los objetivos marcados en este blog.
El feminismo aparece en España a finales del siglo XIX por los problemas derivados de la lenta y accidentada implantación del liberalismo, que provocó que las ideas sobre la emancipación de la mujer. Solamente, a partir de la Revolución de 1868 se pueden apreciar los primeros intentos de mejorar la condición social de las mujeres, pero siempre gracias a figuras, que siendo importantes y que han dejado su impronta en la historia española, estuvieron muy aisladas. Destacarán tres mujeres: Concepción Arenal, Emilia Pardo Bazán y Rosalía de Castro. Se esforzaron en defender cambios jurídicos y educativos.
Las preocupaciones e inquietudes a favor de las mujeres terminaron por calar en los movimientos de renovación pedagógica, especialmente desde el krausismo y la Institución Libre de Enseñanza. Se defenderá la necesidad de mejorar el nivel educativo o de instrucción de las mujeres por considerarse que son protagonistas también del progreso social y general del país.
En los inicios del siglo XX asistimos a la aparición de las primeras organizaciones femeninas, que aunque no pueden ser integradas claramente en el sufragismo europeo y norteamericano, sí demandaban un mayor protagonismo para la mujer en la sociedad, así como una serie de reivindicaciones laborales y educativas. En el año 1918 nace la Asociación Nacional de Mujeres Españolas, que defendía reformas en el Código Civil, la represión de la prostitución legalizada, la promoción educativa y el derecho de la mujer a ejercer profesiones liberales.
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