¿Qué pruebas?
El libro de Monste Armengou y Ricard Belis ( El convoy de los 927. Los republicanos españoles inauguran los trenes de la muerte en Europa Occidental, Barcelona, DeBolsillo, 2007) es demoledor y presentan las pruebas documentales que demuestran el conocimiento del gobierno franquista de la situación de los rojos.
1. Se incluyen notas de la embajada alemana en Madrid preguntando al ministro de Asuntos Exteriores sobre si el gobierno estaba dispuesto a hacerse cargo de dos mil españoles rojos en Angulema. La primera nota que aportan es del 20 de agosto de 1940. La segunda habla no sólo de esos españoles, sino de los diez mil que hay en toda Francia, y que, en caso, de que el gobierno español se negara a hacerse cargo se lo hiciera saber a la embajada. Insisten en septiembre, y en octubre.
2. Hay un documento de la embajada española en Berlín, donde se puede leer que como no parecía oportuno hacer nada en favor de los internados, se debía archivar el tema. La nota es de abril de 1941. El Ministerio de negocios extranjeros del Reich contesta, a los pocos días, que se han internado a los españoles en Mauthausen, dado que, en la situación de guerra en la que se vivía, eran elementos que por su pasado político constituían un peligro para la seguridad pública.
3. El ministro Serrano Súñer emite una nota en agosto del 40 con una lista adjunta de rojos que habían pasado a Francia, pidiendo su repatriación. De nuevo, vemos la prioridad del gobierno, ya que se trata de un listado extenso, con nombres de primera fila, como el propio presidente de la República, ministros, embajadores, funcionarios, policías, diputados, periodistas, juristas, militares, etc..
4. Hay correspondenica de familiares de internados en Alemania dirigidas al Ministro de Asuntos Exteriores pidiendo que se hicieran gestiones para liberarlos.
Los documentos son demoledores, y demuestran su importancia para desmontar tanta falacia.
¿Y todavía hay alguien que diga que esto es agitar el pasado, y que es mejor olvidar? Pues bien, el gobierno de aquella época nada hizo por los españoles que terminaron en un campo de concentración nazi. Ese es el patriotismo que nos intentaron conculcar, su particular visión de lo que era la Patria. Si alguien se siente ofendido por eso, que le pregunte cómo se sintieron o se sienten los supervivientes y sus familiares.
Por el deber de recordar y honrar a aquellos españoles, y por saber qué pasó en este país y en Europa con tantos ciudadanos y ciudadanas españoles, estamos muchos españoles "de bien" dispuestos a no olvidar, a no tener rencor pero a no permitir que se ignore nuestro pasado, pensando en los más jóvenes.
Nunca España debe volver ni caer en sistemas y métodos políticos como los de aquel tiempo. Esa es la lección histórica que debemos sacar. Nunca.
Recomiendo, vivamente, la lectura del libro citado.
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