Como hemos comentado en el artículo anterior vamos a ahondar en la discriminación que sufrieron los gays que pudieron salvarse del exterminio.
Los gays liberados fueron los únicos supervivientes que siguieron siendo, en realidad, delincuentes, ya que era delito la homosexualidad en las dos Alemanias. Por ello, no tenían derecho a pensiones o indemnizaciones por el sufrimiento padecido. No se publicaban libros ni artículos, ni se hacían películas o documentales sobre sus padecimientos, al contrario de lo que ocurría con otros grupos masacrados, su voz no se escuchó hasta los años ochenta. El primer impacto en la sociedad recibido fue gracias a la publicación en el año 1986 de la obra de Richard Plant, The Pink Triangle. Pero no ha sido hasta el año 2000 en el que el gobierno alemán ha reconocido oficialmente como víctimas y perseguidos a los gays. El gobierno francés lo hizo al año siguiente. En este año de 2001 se rodó un documental fundamental, Paragraph 175, que alude al artículo del Código Penal germano que estipulaba como crimen la homosexualidad. En el documental se entrevista a los pocos supervivientes gays del Holocausto.
(Véase, Ricardo Angoso, op. cit)
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