finales del siglo XIX en el zarismo una persona aunque no hubiera cometido un delito podía ser arrestada sin orden judicial, detenida durante un tiempo determinado y hasta desterrada a otro lugar dentro del imperio si la policía consideraba a una persona como sospechosa o indeseable. Este procedimiento de tipo administrativo conculca, como bien sabemos, varios derechos: el de que una persona no puede sufrir una pena si no se establece un procedimiento penal (juicio), y el habeas corpus, por el que toda persona detenida por las fuerzas de seguridad debe ser puesta a disposición judicial en un plazo determinado de tiempo, ya que el juez es el garante de los derechos de todo detenido, y que decide si se mantiene la detención o si hay que poner en libertad al detenido.
En el libro de Anne Applebaum, que citamos en el anterior artículo, se hace una cita del libro de George Kennan, Siberia and the Exile System, que no me resisto a reproducir (pág 37 del libro de Applebaum):
"La persona indeseable puede no ser culpable de un crimen (...) pero si, en opinión de las autoridades locales, su presencia en un determinado lugar es perjudicial para el orden público o incompatible con la paz pública, puede ser arretada sin orden judicial, puede ser detenida de dos semanas a dos años de cárcel, y puede ser trasladada forzosamente a cualquier otro lugar dentro de las fronteras del imperio y puesta allí bajo custodia policial durante un período de uno a diez años"
El destierro de tipo administrativo era un arma contra los opositores al zarismo en el momento de crisis del sistema en el tránsito entre el siglo XIX y el siglo XX. Además, estos destierros, generalmente, a Siberia tenían otra función: fomentar demográfica y económicamente amplias zonas despobladas. El sistema soviético ya tenía un precedente en este procedimiento del sistema político al que combatió.
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