He Fengshan fue cónsul de China en Viena entre 1938 y 1940. Se trata de otro de los diplomáticos que ayudaron a los judíos a salvarse de la persecución nazi. Entregó muchísimos visados a judíos que huían. Se calcula que su trabajo permitió que se salvaran unos 1.200 judíos, que emigraron a Shangai. Allí se instalaron en un gueto.
El trabajo del cónsul alarmó al embajador chino en Berlín, quién le exigió que cesara la concesión de visados a los judíos, pero He Fengshan no hizo caso y siguió con su tarea. Las autoridades alemanas decidieron cerrar el consulado a principios de 1939. Pero nuestro protagonista no se rindió y siguió expidiendo visados desde un piso alquilado con su propio dinero.
He Fengshan tuvo una larga vida, ya que murió en Estados Unidos en 1997. Después de Viena, sirvió en México y en Colombia. Cuando terminó la guerra civil china se exilió en Estados Unidos.
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