Klaus Barbie, conocido como el "carnicero de Lyon", y fallecido en septiembre de 1991, fue el jefe de la Gestapo de la ciudad francesa durante la ocupación nazi. Aunque no fue una destacada figura del nazismo su juicio del año 1987 despertó un interés mediático impresionante. Fue una pieza más del terror nazi, una pieza eficaz, metódica y con gran sangre fría, de ahí su apodo.
Barbie nació cerca de Bonn pero no vamos a extendernos en su vida previa a la guerra, ni en su vida posterior a la guerra hasta que fue detenido en Bolivia, si no en los crímenes cometidos en Lyon. El 11 de noviembre de 1942 fue destinado a dicha ciudad, justo cuando el ejército alemán ocupada el sur del país. En el entorno de Lyon la Resistencia estaba muy activa. A Barbie se le asignó la dirección de la Sección IV de la SD, es decir, de la seguridad del Partido Nazi. Era un cargo de enorme relevancia en la ciudad. Tenía a su cargo cinco subsecciones para la represión de crímenes y delitos políticos, así como la persecución de los judíos. Barbie era un excelente organizador y ocupó gran parte del Hotel Terminus para instalar la Sección IV, aunque, al poco tiempo, tuvo que mudar sus oficinas a la Escuela de Sanidad Militar, dada la magnitud de la tarea asignada. En las nuevas instalaciones montó mucha salas de tortura, con bañeras, mesas con correas, hornos de gas y aparatos eléctricos. Barbie formó, además, una extensa red de colaboradores y confidentes entre los miembros de la extrema derecha local. Le fue de gran ayuda para dar golpes certeros contra la Resistencia y contra unidades del SOE, el servicio de inteligencia británico.
Barbie fue el responsable de la muerte de miles de personas, ya sea por ordenar ejecuciones, o deportaciones a campos de concentración, ya sea de forma directa, a través del empleo sistemático y brutal de las torturas. Himmler le felicitó por su eficacia. Barbie fue un torturador que disfrutaba con su trabajo, como pusieron de manifiesto los pocos supervivientes que llegaron al juicio de los años ochenta. Usaba fustas, porras, sus propios puños y perros para morder y violar a las mujeres. Una de las víctimas más importantes fue Jean Moulin, el enviado de Charles De Gaulle para coordinar los distintos grupos de la Resistencia. Se da la circunstancia que Barbie es, también el responsable de la muerte de unos doscientos españoles que colaboraban con la Resistencia. Marcharon deportados a campos de concentración. Algunos no pudieron salvarse por muy poco, al marchar en el último convoy que envió Barbie, un poco antes de que los aliados entraran en Lyon.
Mi pregunta es tan solo una, quién dice algo,quién condena,a los que martirizan al mundo con un sistema económico,con tasas de intereses,creando grandes riquezas para un grupo y una pobreza perpetua para una gran mayoria,muerte,miseria,hambruna, sometimiento,abusos,esclavitud. a los creadores de este sistema,se les protege, se les quiere mostrar comounas blancas palomas, como unas pobres victimas
ResponderEliminarespero poder visitar Lyon en breve y poder conocer esta ciudad por cosas mejores que el apodo del notas este. raza humana=tristismo :-(
ResponderEliminarklaus barbie tenian que haverle echo de todas las cosas que el mismo le hiso a miles de personas ,debieron dejarlo que el pueblo o los sobrevivientes gosaran con el .pero seguro murio como un pajarito trankilo ,eso es malo no hacer sufrir a kien torturo tanto.lo justo era hacer justicia con el por sus injusticias con las personas.
ResponderEliminarLa justicia no puede ser venganza. Debemos, además, marcar una diferencia con la barbarie y con sus protagonistas.
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