viernes, 9 de julio de 2010
La Orden 270
En un artículo anterior hemos aludido a la Orden 270 dada por Stalin en la II Guerra Mundial. Pues bien, la Orden 270, de 16 de agosto de 1941, decía que se considerarían traidores y enemigos del pueblo a todos los oficiales y soldados que cayeran prisioneros de guerra; sus familias serían reprimidas, y como mínimo se les privaría de las raciones alimenticias. Es evidente que esta disposición se dio en un momento crítico de imparable ofensiva alemana pero su carácter era indiscriminado y afectó por igual a verdaderos traidores como a soldados que no pudieron más que rendirse ante la superioridad del enemigo, que se encontraban heridos, mutilados o aislados. Por otro lado, vulneraba la legislación sobre prisioneros de guerra, precisamente no por los que hacian esos prisioneros sino por el estado del que eran naturales.
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