jueves, 19 de febrero de 2009

España y la abolición de la esclavitud

En mayo de 2007 comenté un magnífico artículo del historiador Manuel Lucena Salvador en el número 103 de la revista "La Aventura de la Historia", que lleva por título: "El silencio español el bicentenario de la abolición del tráfico esclavista inglés". En este blog ha hemos tratado la cuestión de la abolición de la esclavitud y los actos realizados en ese año en el Reino Unido. Pues bien, inserto mi comentario por sus relaciones con la memoria histórica de nuestro país, y con nuestro presente:
El bicentenario de la abolición de la esclavitud y España: un comentario sobre el artículo de Manuel Lucena Salmoral. A vueltas con la memoria histórica
En la revista "La Aventura de la Historia" del número de mayo de este año se inserta un artículo demoledor del catedrático emérito de la Universidad de Alcalá de Henares, Manuel Lucena Salmoral, a propósito del silencio español en las conmemoraciones del bicentenario (1807) de la abolición del tráfico de esclavos por parte de Inglaterra, cuando en los actos han participado otros países, como Francia, al más alto nivel. Recordemos que este tema fue abordado unas páginas más atrás. El artículo interesa no sólo por el tema en sí, sino porque el insigne historiador hace una serie de reflexiones sobre la memoria histórica que vienen ni pintadas para este hilo, como para otro de este foro de España.
Me voy a concentrar en las razones que esgrime Lucena para explicar el silencio hispano:
1. "La conocidad obsesión española de olvidarse de su Historia, porque se cree que genera odios y enfrentamientos que se consideran ya olvidados, resultando poco elegante hablar de ellos". Comparto esta opinión, totalmente. Si Lucena lo aplica a un tema bien alejado en el tiempo, ¿cómo no se puede aducir para la cuestión de la dictadura de Franco. Para algunos, y para un determinado partido político hablar de estos temas, condenar la dictadura y honrar a sus víctimas, así como las que se dieron en la Guerra Civil es poco elegante y además genera odios. Los vencidos ya fueron vencidos, ahora que olviden y no remuevan nada. Siempre es lo mismo por parte de los vencedores y de sus herederos.
2. "La creencia errónea de que España no participó en el negocio de venta de esclavos..." Como bien sabemos eso es una mentira monumental, y como dice Lucena, fruto de ese conjunto de mentiras que se lanzan para que los españoles poco conocedores de su Historia sean convencidos y puedan estar tranquilos. En el caso de la historia de América se ha repetido siempre lo buenísimos que fueron los españoles con los indígenas y que en el caso de los esclavos negros casi ni se participó. Eso era tarea de portugueses, ingleses o franceses. Pues no es cierto, España intervino en ese tráfico. El historiador se explaya en el famoso derecho de asiento entre Inglaterra y el rey Felipe V, repartiéndose los beneficios de la trata. En la historia de España, como en todas las historias de los demás países, hay páginas oscuras, tenebrosas y horrorosas. ¿O es que los españoles del pasado, presente y futuro son mejores que los franceses, ingleses, rusos o norteamericanos?. Ese supuesto "quijotismo", fruto de la historiografía más conservadora y hasta reaccionaria es una de las mayores falacias que han sufrido varias generaciones de escolares en sus libros de Historia. Esto es aplicable a las guerras de Flandes, y otras cuestiones. Los "malos" son los otros, para justificar la grandeza eterna de la patria. Además de ser esta idea un anacronismo, no es verdad. En la historia de España hay hechos de todo tipo porque eso es lógico y humano.
3. "La tradicional incomodidad de tener que pedir perdón por algo, prefiriendo la más cómoda de no reconocer jamás que se hizo mal". Esta frase es contundente y aplicable al 100% al caso de la dictadura de Franco. Y el caso es que la ley no pide que nadie pida perdón, sino el reconocimiento general a las víctimas, y aún así es una ley "peligrosísima", según los populares. Lo siento mucho, el franquismo fue una dictadura tremenda, tremebunda y horrorosa. Si alguien no lo ve, o pretende justificarlo con el consabido argumento de que si hubieran ganado los otros, es que no conoce la historia, o es un franquista. Siento ser tan rotundo pero es así. Y luego, podemos pasar a hablar de las barbaridades de ambos bandos en la guerra.
4. "La imposibilidad de hacer frente a las demandas legales por parte de los descendientes de los esclavos". Algo parecido está en la polémica, en el seno de la izquierda española, acerca de las indemnizaciones a las víctimas de la guerra y del franquismo.
Por último, estoy de acuerdo, una vez más, con este maestro de historiadores, cuando dice que España podría reparar su deuda histórica con los inmigrantes que vienen de ese sur, donde tanta esclavitud hubo y sigue habiendo (en Mauritania hay esclavos).

2 comentarios:

  1. son toooooodos unos putooos

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