martes, 8 de mayo de 2012

Publican en Internet la lista de los 13.993 fusilados de la Guerra Civil en Extremadura

El extremeño Pascasio J. Ambrosio murió el 5 de septiembre de 1936 en Valencia de Alcántara, víctima de la represión franquista. Su nombre es el primero de una larga lista de 12.501 personas que fallecieron en similares circunstancias desde 1926 hasta 1950, y que se puede consultar desde hace unos días en Internet, en la página web del equipo de investigación del Proyecto de Recuperación la Memoria Histórica. Desde hace unos días también se puede consultar en el mismo sitio la lista de los 1.492 fallecidos a consecuencia de la represión republicana «porque no hay que olvidar que fue una guerra civil, y hubo muertos en los dos bandos», recordó ayer Julián Chaves, director científico del equipo del Proyecto de la Memoria, que lleva cinco años recorriendo archivos históricos extremeños y nacionales y recopilando testimonios directos de la historia que está aún por contar en Extremadura.
Largo y detallado
El listado de los fallecidos sólo en Badajoz es el más largo de todos los publicados por provincias en el país, por el momento, ya que la represión fue especialmente dura en esta zona, tal como confirman distintas investigaciones.
Respecto a los datos regionales, no es el listado más voluminoso del país porque hay comunidades que tienen más provincias, recordó ayer Julián Chaves, aunque sí uno de los detallados de los que se han hecho públicos por ahora en España, la mayoría después del frustrado auto de Garzón.
Cada uno de los 13.993 nombres que constan en ambos listados guarda también detrás una historia personal, la mayoría de las veces escrita en clave de tragedia y sufrimiento para sus familiares, que también está recopilando el equipo de investigación del Proyecto de la Memoria.
Hay muchas lagunas
Su publicación en la web de la Universidad de Extremadura servirá, no sólo para informar, sino también para ir llenando algunas lagunas aún vacías de contenido con los testimonios y las indicaciones de los que sí conocen esa parte de la historia, y que hasta ahora han permanecido en silencio.
De hecho, desde que se colgó la lista hace unos días han llamado numerosas personas al equipo de investigación para aportar nuevos nombres y datos, y también para corregir algunos detalles erróneos. «Ésta es una lista abierta porque sabemos que hay omisiones, y también contiene errores, lo cual es lógico porque todo pasó hace más de 70 años», aclara Chaves.
De muchas de las personas fallecidas no se saben los nombres, por ejemplo, y sólo constan los apodos por los que eran conocidos, como les ocurre a 'La Manchega' y al marido de 'La Manchega', que fallecieron en Miajadas, y de los que no se tienen ni nombres ni apellidos; o a 'Chindo', que falleció en el puente del Cardenal, sobre el río Tajo.
De un buen número de los que constan en el listado tampoco se sabe en qué fecha fallecieron, como les pasa a Cándida y a Julia (sin apellidos), que murieron en el paraje del Cerro de los Pinos de Jaraíz de la Vera; Leonardo, de Aliseda; o 'Aldeanito', que perdió su vida en Puerto de Perales.
Los investigadores del Proyecto de Recuperación de la Memoria Histórica estima que aún quedan 1.500 nombres más que documentar y recuperar, la mayoría pertenecientes al grupo de los represaliados por el bando franquista, muchos de los cuales desaparecieron sin que nadie supiera con certeza de qué modo y dónde murieron.
Por este motivo, además de seguir investigando en varios archivos nacionales que aún quedan por rastrear para seguir comprobar datos, los responsables del equipo de investigación animan a las familias de los fallecidos a aportar los datos que conozcan.
«Queremos seguir dando pasos en la buena dirección, que es la de aportar información no sesgada e imparcial para tapar el agujero negro que fue el victimario de la guerra civil y la represión, hasta ahora desconocido. No queremos, sin embargo, herir susceptibilidades por lo que toda la investigación se realiza con respeto y sensibilidad hacia las víctimas y sus familias», anuncia Chaves.
Los últimos, los maquis
Las fechas de los fallecimientos recogidos en el listado de los represaliados oscilan entre mediados de 1936 y los primeros meses de 1950.
Uno de los fallecidos más tardíos, según la lista, fue Severiano de la Hoz Granado, que murió en Badajoz el día 1 de marzo de 1950.
La mayoría de los que murieron en los últimos años fueron maquis, guerrilleros antifranquistas que siguieron combatiendo a la dictadura de forma organizada, y escondidos en los montes extremeños. Varios trabajos de investigación han empezado a recuperar y dignificar este movimiento, que durante muchos años fue comparado con bandas de bandoleros y delincuentes.
También resulta evidente cuando se miran los apellidos es que la represión hizo desaparecer a «familias completas», reconoce Chaves. Les ocurrió a Juan, Laureano, y Florencio Álvarez Becerra; a Julio y Serafín Alarcón Barroso; y a José y a Pedro Almendro Manotas, entre otros muchos.
Los cementerios, las prisiones, fincas y parajes naturales cercanas a las poblaciones de origen de los represaliados, fueron los lugares más utilizados para acabar con sus vidas.
Otros lo hicieron sobre los puentes que cruzan el río Tajo, como Juan, Mariano, y 'Tío Granjero', que fallecieron en el puente del Cardenal; Zacarías Aguilar González, en el de Alcántara; y Paulino González, que falleció en el puente de Almaraz.
Congreso en marzo
El estudio detallado de los datos por parte del equipo de investigación, formado por siete personas, está permitiendo elaborar diversos estudios respecto a las zonas más afectadas por la represión, género y edad de los fusilados, profesión y estudios, etcétera.
Los primeros resultados se harán públicos en varias ponencias y comunicaciones que se expondrán durante el congreso internacional que se celebrará en Badajoz el próximo mes de marzo, anunció Julián Chaves.
Algunos de estos estudios harán mención al elevado número de mujeres fusiladas o que murieron en las prisiones, muchas de ellas embarazadas.
Otros estudios harán hincapié en la territorialización de la represión. Una de las zonas más castigadas fue la comarca de la Serena, una vez que ésta cayó en manos del bando Nacional, y también el noroeste de la provincia de Badajoz tras una de las últimas batallas importantes, la de Peñarroya-Valsequillo, en 1939.
También se destacará en el futuro congreso el impacto de la represión en el sector de la población más joven, ya que un buen número de los fusilados tenían entre 20 y 30 años.
A muchos no les había dado tiempo de tener siquiera descendencia, y la mayoría estaba todavía en edad de trabajar, lo que tuvo un gran impacto en la demografía en los pueblos más castigados, señalan los investigadores Nombre Consulte las dos listas completas en hoy.es
(Celia Herrera)
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